El aumento de la tasa de divorcios en este país ha propiciado la aparición de acuerdos prenupciales y postnupciales entre los cónyuges para proteger los bienes que puedan aportar al matrimonio en caso de divorcio. En el pasado, los tribunales consideraban que estos acuerdos iban en contra del orden público porque fomentaban la disolución de los matrimonios. En las últimas décadas, sin embargo, los tribunales han determinado que estos acuerdos no violan el orden público si se construyen en circunstancias justas y equitativas. Desde esta revelación, los acuerdos prenupciales y postnupciales se han vuelto mucho más comunes y ampliamente aceptados como opciones viables en un matrimonio sano y justo. Aunque en esencia son iguales, los acuerdos prenupciales se celebran antes de la boda y los postnupciales, después. En todos los casos, ambos cónyuges deben revelar todos sus activos y pasivos antes de firmar cualquier acuerdo para que sea válido y exigible.
Contar con un Abogado de Derecho de Familia creíble, como Marquez-Kelly Family Law, es fundamental para garantizar que se han cumplido todas las condiciones y que el acuerdo contraído es legalmente vinculante.
El objetivo de estos acuerdos es lograr un acuerdo justo en caso de divorcio. Si un acuerdo se pondera más a una parte o la otra, el acuerdo puede ser rechazado por los tribunales. Los tribunales evalúan muchos aspectos del acuerdo para determinar si una parte o la totalidad del mismo es ejecutable, incluida la equidad, la revelación total de activos y pasivos, la existencia de un abogado independiente y el momento y las circunstancias del acuerdo. Los acuerdos prenupciales y postnupciales pueden incluir lo que los cónyuges deseen, como las facturas que cada parte pagaría, los bienes antes y después de la boda, o incluso los horarios de visita de la familia durante las vacaciones.
Los acuerdos suelen incluir la división de bienes y la manutención del cónyuge en caso de divorcio o cualquier disolución del matrimonio. Muchas veces, los acuerdos prenupciales y postnupciales incluirán disposiciones relativas al adulterio o a cualquier otro acontecimiento condicional que ambas partes acuerden. Todas y cada una de las disposiciones incluidas en el acuerdo están abiertas a ser discutidas con un asesor legal. No todos los acuerdos deben realizarse antes de la boda, y deben modificarse legalmente si cambia la situación económica de alguna de las partes. Esto significa que ningún acuerdo está grabado en piedra; pueden modificarse siempre que las partes incluidas decidan que es necesaria una enmienda. Este aspecto es especialmente importante cuando los tribunales se pronuncian sobre la equidad del acuerdo. Entendiendo que las circunstancias cambian con el tiempo, un tribunal decidirá la equidad del acuerdo basándose en el momento en que se está aplicando el acuerdo, no en el momento en que se creó.
Por ello, modificar el convenio cuando sea necesario aumentará las posibilidades de que el convenio sea aplicable en caso de divorcio. En cualquier caso, todos los acuerdos deben contar con el consentimiento de ambos cónyuges. Debido a que los acuerdos prenupciales y postnupciales implican intereses tan altos (financieros, propiedades, activos, etc.), es importante contar con un abogado experimentado y creíble que le guíe a lo largo del proceso, y Marquez-Kelly Family Law es perfecto para el trabajo.